15 de abril de 2014

Torrijas caseras

Esta receta es muy simple, pero muy buena. Ayer, con los olores y sabores de la Semana Santa en Sevilla, me entraron ganas de torrijas y me puse a buscar recetas. Ésta me la pasó en cuatro líneas una prima "cocinillas", así que poco más puedo decir: "Yo las mojo bien en leche, que puedes hervir con azúcar y canela antes, y, después de freírlas, las bañas un ratito en miel caliente con vino (blanco, Pedro Ximénez..) que no sea peleón". Y así me quedaron:


INGREDIENTES:
  • Canela en rama (4 palitos).
  • La corteza de un limón.
  • 2 vasos de leche.
  • 4 cucharadas de miel.
  • 1 chorreón de brandy de Jerez.
  • 6 cucharadas de azúcar.
  • 3 huevos.
  • 1 cucharadita de azúcar avainillada.
  • 1 paquete de rebanadas de pan especiales para torrijas (yo las he comprado en formato "mini").
  • Canela molida.
PREPARACIÓN:



Ponemos a calentar la leche en la que vamos a remojar las rebanadas de pan. Echamos la leche, 3 o 4 cucharadas de azúcar (según guste más o menos azucarado), los palitos de canela, la corteza de limón y el toquecillo de vainilla. Esto último lo he añadido yo porque he pensado que le iría bien ese saborcillo (y no me he equivocado...¡pues bien que sabe!). Dejamos que hierva y lo volcamos en un bol, dejando que repose mientras hacemos el preparado de la miel con el que rociaremos las torrijas.

En un cazo echamos la miel (4 o 5 buenas cucharadas). Mejor que sea una miel consistente y natural, de esas que están cuajadas, pues estará más buena que éstas líquidas que vienen en un bote con dosificador listas para usar. Añadimos un correón de agua para que se vaya derritiendo la miel y también la canela y el limón que hemos utilizado para la leche (lo sacamos y lavamos antes de echarlo). Echamos también un chorreón de brandy, removemos y cuando esté "liquidito" (los grumos de la miel derretidos) lo apagamos y apartamos.

Nos ponemos ahora a remojar el pan y freír las rebanadas. Pondremos la rebanada en remojo y cuando empape le damos la vuelta (veremos que "chupan" la leche de momento, igual que las magdalenas del famoso chiste...jeje).




Las colocamos en otro plato para que escurran un poco, las vamos rebozando en el huevo batido y las freímos en el aceite caliente. 

Las echamos en el aceite, les damos la vuelta y sacamos cuando estén doraditas. Las ponemos en un plato con papel de cocina para que suelten el aceite. Finalmente, las podemos acabar de dos formas: o emborrizadas con azúcar y canela molida o enmeladas. 

Si las hacemos con azúcar y canela, después de escurrirlas, las envolvemos con esta mezcla  cuando estén todavía calientes, una vez hayan soltado el aceite.










Si las queremos enmeladas las pondremos en un recipiente rectangular y las cubrimos con el preparado de la miel. Están de muerte de las dos maneras.




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