8 de abril de 2012

Potaje de garbanzos con espinacas


Como cierre de esta Semana Santa, una receta muy típica para estas fechas, de larga tradición en Andalucía. Se trata de un potaje de garbanzos con bacalao y espinacas, también llamado "de vigilia" por tratarse de una comida apropiada para ese día en el que lo preceptivo es no comer carne. Vinculo esta comida con los miércoles de Semana Santa en San Bernardo, en Sevilla, en la casa de mi prima Patro. Allí, tras la salida de los pasos de la hermandad del barrio, nos reunimos y charlamos mientras comemos platos variados y, entre ellos, cobra protagonismo este típico potaje, presentado en unos cuencos parecidos al de la foto.

INGREDIENTES:


  • 3 o 4 trozos medianos de bacalao desmigado, ya desalado (1 día o 2 en remojo):
  • 1/2 kilo de garbanzos remojados durante un día,
  • ñora o corneta (pimiento seco rojo),
  • 4 o 5dientes de ajo,
  • tomate mediano,
  • 1 hoja de laurel,
  • 1 cebolla mediana
  • espinacas (1 bolsa o manojo de espinacas crudas o un paquete de congeladas -aunque parezca mucho, después de hervir encogen-),
  • 1 cucharadita de pimentón (dulce o picante, según el gusto: yo pongo una mezcla de los dos)
  • una patata pequeña pelada y picada en trozos,
  • 6 cucharadas de aceite,
  • agua y sal.
PREPARACIÓN:


Se ponen en la olla exprés todos estos ingredientes en crudo, salvo las espinacas. Se cubren de agua y se deja hacer una media hora. Tras ese tiempo, se destapa la olla y se echan las espinacas, añadiendo más agua si vemos que le hace falta. Dejamos hacer, destapado, un cuarto de hora o veinte minutos más. Hay quien también le echa al final (una amiga de Almería, no sé si será típico de esta zona) unas bolitas, una especie de albóndigas, hechas con ajo, perejil, pan rallado y huevo. Es un plato muy fácil de hacer y muy rico, aunque tiene el inconveniente de que requiere planificación con tiempo, por lo del remojo de los garbanzos y el bacalao.

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