9 de septiembre de 2009

Pastel de berenjenas


Ingredientes:
  • 2 o 3 berenjenas.
  • 250 gramos de carne picada de pollo (una bandejita pequeña de las que venden en los supermercados). También se puede hacer con otro tipo de carne (de cerdo, ternera...).
  • 2 cucharadas de tomate frito.
  • 1 tetrabrik pequeño de nata para cocinar.
  • harina para rebozar las berenjenas.
  • aceite.
  • 2 huevos.
  • 75 gramos de queso rallado (yo he utilizado medio paquete 2 quesos light, de la marca Hochland).
  • 1 cebolla mediana.
  • 2 o 3 dientes de ajo.
  • 1 zanahoria.
  • 1 taza de las de café de vino blanco.
  • sal y pimienta.
Preparación:
Se cortan las berenjenas (sin pelar) en rodajas, se salan y se dejan en un escurridor para que suelten un poco el agua. Se enharinan y se fríen en una sarten con el aceite bien caliente. Cuidado, que tienen que salir blanquitas, sin quemar, y no aceitosas. Las vamos poniendo en un plato o fuente con papel de cocina, para que absorba el aceite sobrante.
Por otra parte, vamos a ir haciendo la carne picada. Ponemos a calentar aceite en una sartén, picamos muy menudita la zanahoria y la cebolla y las vamos friendo a fuego lento hasta que se reblandezcan, añadimos el ajo, también picadito en láminas, y la carne picada. Salpimentamos y mareamos todo durante unos 15 minutos, hasta que se dore la carne. Echamos el vino y dejamos otro ratito más hasta que se evapore. A este preparado le añadimos las cucharadas de tomate y revolvemos. Hay que tener tacto y no abusar, pues si echamos mucho tomate el pastel saldrá aceitoso y al cortarlo y ponerlo en el plato no quedará limpio, soltará un líquido rojizo.
Una vez que hemos hecho este relleno, iremos poniendo en una fuente para el horno una capa de berenjenas y otra de carne picaa, alternativamente, hasta que se nos acabe. Hay que procurar que la última sea de berenjenas para que quede más compacto.
Por último, batimos los dos huevos, añadimos la nata y el queso rallado y volcamos la mezcla en la fuente, cubriendo las berenjenas. Espolvoreamos con queso por encima y ponemos en el horno, previamente calentado, a 180º, una media hora. Estará hecho cuando pinchemos un cuchillo y salga limpio.
Puede servirse caliente o frío (yo lo prefiero caliente). Y el resultado no hay más que verlo en las fotos:







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