Esta receta está inspirada en mis tapas preferidas de La Taberna de Nervión, pechuga de pollo rellena con cuscús y Confit de pato al Pedro Ximénez con cebolla caramelizada. Yo he hecho una recreación, una mezcla a mi manera, en la que aparecen los sabores de ambas. Me gusta este plato por esas reminiscencias árabes que nos resultan tan familiares...
INGREDIENTES para 4 personas:
- 1 paquete de cuscús de medio kilo
- pasas sultanas (como 3 cucharadas soperas)
- varios arándanos secos (como 1 o 2 cucharadas soperas)
- 6 o 7 dátiles
- 1 paquetito de piñones
- 800 gramos o 1 kilo de pechuga de pollo fileteada
- 2 cebollas
- aceite
- sal
- un vasito de vino blanco
PREPARACIÓN:
En primer lugar, hacemos el cuscús, según las indicaciones que vienen en el paquete (hervimos en agua con sal unos dos o tres minutos), escurrimos y dejamos apartado. Yo he elegido la variedad "gigante", porque me llamó la atención el paquete, con letras árabes y la marca Marrakech (aunque fabricado en Barcelona...), pero suele comercializarse el tamaño más pequeño, que queda más pastoso y apelmazado.
Aparte, en una sartén preparamos el sofrito para el cuscús: freímos la cebolla muy picada y cuando esté blandita añadimos las pasas, los arándanos, y los piñones. Se puede hacer sólo con pasas o añadir otros frutos según nuestro gusto. Yo he puesto además de las pasas varios arándanos deshidratados (se encuentran en paquetitos en Mercadona) y piñones. Sobre este sofrito volcamos la pasta que hemos hervido y damos unas vueltas para que se mezcle.
Ya solo queda pasarlo al plato y ¡a comérselo!
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